Durante ciclos lectivos anteriores  nos propusimos mejorar la convivencia escolar, abordando con sentido pedagógico la resolución de los conflictos, promovimos la adquisición de habilidades sociales para abordar situaciones conflictivas desde el trabajo colaborativo, apoyado en la solidaridad, equidad, reconocimiento del otro, apreciación de la diversidad y construcción colectiva de acuerdos.

Este año con la intensificación en TIC y sabiendo que la escuela ha variado, surgen nuevos desafíos. La inteligencia colectiva, la producción colaborativa, el pensamiento computacional, entre otras nociones,  hace  que debamos modificar la manera en que circula el conocimiento e incorporemos nuevos conceptos, para que nuestros alumnos logren las competencias adecuadas para interactuar en el contexto de la cultura digital.

Esos cambios presentan desafíos para la transmisión de contenidos y para la organización del aprendizaje, produciendo modificaciones en los intercambios y las maneras de interactuar entre los actores. Este contexto  proporciona a la escuela nuevos elementos tecnológicos debiendo incorporar a las “alfabetizaciones básicas”  la idea de “nuevas alfabetizaciones”.

A diario nos proponemos vitalizar la enseñanza, hacerla más activa y eficaz. Dos caminos nos llevan a alcanzar esta meta. Uno es el de innovar, crear, descubrir nuevas formas de trabajo, vislumbrar recursos no explotados, mirar con un nuevo lente el momento del aprendizaje. Otro, consiste en profundizar  sobre lo conocido y enriquecerlo con nuevas ideas, hacerlo más útil y más fértil.

Los alumnos desde los primeros años  tienen la posibilidad de contactarse con el mundo tecnológico.  Es función de la escuela constituirse en un puente tendido entre los niños y el conocimiento, poniendo a disposición las herramientas necesarias  para no ser un mero consumidor de lo que ofrece su entorno, proponiendo un proyecto educativo en el que se integren los diversos agentes sociales relacionados con las nuevas tecnologías y el pensamiento computacional, ofreciendo a los alumnos un escenario extenso, capaz de enriquecer sustantivamente sus experiencias, no sólo en la escuela sino también a partir de ella diseñando  de manera coherente y gradual las oportunidades para aprovechar, conocer e implementar las nuevas tecnologías, como parte de su aprendizaje en las distintas áreas.

Buscaremos brindar al alumno un activo método de trabajo que le asegure un desenvolvimiento dinámico e inteligente dentro del aprendizaje. El  docente deberá guiar y acompañar al niño para que tenga  un rol activo, aplicando todas sus energías para la indagación, la búsqueda, la observación, discusión, creatividad, comprensión,  actitud cooperativa y espíritu crítico. Teniendo en cuenta las nuevas alfabetizaciones, con la inclusión del uso inteligente y culto de las nuevas tecnologías, como un recurso valioso en la búsqueda y correcta selección de información, que realicen  aportes a la tarea diaria, en la aplicación de proyectos propios.

En suma, nos proponemos una escuela de Jornada Completa que logre formar, capacitar y orientar a los alumnos para que adopten el pensamiento computacional, desde una didáctica dinámica donde el alumno pueda abordar los contenidos desde el hacer.